martes, 14 de junio de 2011

ESPEJO.

Ella se colocó, de frente, ante el espejo.
Se miró y no sostuvo la mirada. Así cada día, de frente. El auto-conocimiento.

Cada día, un rato más, apartando menos la mirada del espejo.
Cada día encontraba más cosas que le gustaban frente al espejo.

Hasta que un día se miró, sonrió a su reflejo y por fín se aceptó a si misma.
¡¡Y a quién no le guste que no mire!!.

Mareas.

4 comentarios:

  1. Es una minifábula que, cuando trabajaba la autoestima en la asociación de mujeres en que estoy, me habría venido genial. Un ejemplo fantástico, me ha encantado! BESOS!

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  2. Ains, el autoconocimiento, qué complejo (deformación profesional xD)

    ^Pero sí, tienes razón...

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  3. Ohh, que bonito, pero me gusta la última frase moraleja, "Y a quien no le guste que no mire" así se dice!

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  4. Justo... irse mirando a diario frente al espejo, irse viendo lo bueno y lo malo... pero sobretodo lo bueno..
    termina una por quererse muuucho y me alegro que tu tambien.

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